Un pueblo con historia
Un casco antiguo de origen medieval
Los orígenes de Cassà de la Selva se sitúan en plena edad media, en concreto en el siglo X, cuando ya aparece en varios documentos. En el siglo XII se mencionaba un castillo, y durante toda esta época el pueblo creció vinculado a Girona y fue punto central en el camino que unía esta ciudad con la costa. De esta época y de la edad moderna posterior se conservan diversas construcciones situadas en el casco antiguo del municipio.
El primero y más importante de estos elementos es la iglesia parroquial de Sant Martí, que, aunque de origen románico, presenta una factura gótica, del siglo XVI, con elementos renacentistas en la fachada y capillas neoclásicas en los cruceros. En el interior de la iglesia se puede admirar la copia del altar mayor barroco que había sido esculpido por Pau Costa en el siglo XVIII. El original se destruyó durante la Guerra Civil, aunque se salvaron algunos elementos —columnas salomónicas y ángeles, entre otros— que se incorporaron a la copia actual.
En este mismo barrio viejo de origen medieval, que constituye la parte más antigua de Cassà, encontramos también el conjunto de Can Frigola y la Torre Salvana, en la calle d‘Avall, y las ventanas góticas de Can Xifré en la plaza Doctor Botet. Can Frigola y la Torre Salvana es una construcción gótica del siglo XVI, formada por una casa y una torre de defensa que había sido utilizada como prisión. Del exterior de la construcción destaca una gran puerta de entrada dovelada, los ventanales góticos y una garita de planta circular construida con ladrillo.
Siguiendo por este mismo barrio encontraremos también la Plaça Petita, una plaza que, pese a su reducida dimensión, había sido el centro comercial más importante hasta que fue desplazado por la plaza de la Coma. Muy cerca de la plaza petita se encuentra la travesía de las mesures, que conserva una galería porticada del siglo XVIII, donde se habían ubicado las antiguas medidas públicas de la población.